Tras el reciente ataque con misiles a Israel, Irán ha advertido a Estados Unidos que no intervenga en el conflicto. Según el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abás Araqchi, Irán lanzó más de 180 misiles a territorio israelí, un evento que ha generado tensiones en toda la región. Este conflicto amenaza con involucrar directamente a dos de los principales actores de Oriente Medio: Irán e Israel, quienes no comparten frontera directa pero se han enfrentado a través de grupos armados aliados de Teherán, como Hezbollah y Hamas.
El poderío aéreo de Irán, que incluye una amplia gama de misiles balísticos y drones, le permite golpear territorio israelí, lo que quedó demostrado en el ataque reciente. Entre su arsenal, destacan los misiles Sejil, Kheibar y Haj Qasem, capaces de alcanzar Israel en cuestión de minutos. Por otro lado, Israel, con el respaldo de Estados Unidos, también cuenta con un importante poderío aéreo, lo que podría desatar represalias de gran envergadura. Este enfrentamiento directo podría llevar a un conflicto bélico con graves consecuencias para la región.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha sido duramente criticado por Israel por no condenar de manera clara el ataque iraní. Israel ha declarado a Guterres «persona non grata», acusándolo de estar del lado de los terroristas y no del Estado israelí. Mientras tanto, expertos indican que cualquier escalada mayor podría involucrar a más actores regionales, complicando aún más la situación.
( tn.com.ar )
1) ¿Cuál es el poderío aéreo de Irán?
Irán cuenta con una gran cantidad de misiles balísticos y drones, algunos capaces de evadir los sistemas de defensa más avanzados. Sus misiles pueden alcanzar Israel en minutos.
2) ¿Cómo puede responder Israel a estos ataques?
Israel posee una poderosa fuerza aérea respaldada por Estados Unidos, lo que le permite lanzar ataques devastadores contra la infraestructura iraní.
3) ¿Qué papel juega Estados Unidos en este conflicto?
Estados Unidos es un aliado clave de Israel, pero Irán ha advertido a Washington que no intervenga directamente en el conflicto para evitar una escalada mayor.